Sueño político y profecía
¿Qué sueñas sobre la participación política de la Iglesia en la región Mesoamericana (desde México hasta Panamá)? ¿Cómo ser una voz profética en los contextos tan convulsos que nos corresponde vivir?
“La desigualdad, la corrupción, la violencia, la degradación ambiental y el debilitamiento de las instituciones son una realidad habitual en nuestra región. Para miles de personas, estas situaciones se traducen en violaciones cotidianas a los derechos humanos. América Latina y el Caribe es una de las regiones más peligrosas del mundo en materia de derechos humanos”. (Centro de Gestión del Conocimiento y Observatorio Socio-Antropológico pastoral del CELAM, 2020).
Al respecto, la Asamblea Eclesial Latinoamericana y Caribeña, celebrada en México en 2021, identificó dos grandes desafíos: Denunciar la corrupción de las estructuras sociales públicas y privadas y la impunidad judicial (DAE32), así como, denunciar las distintas formas de violencia estructural, institucional, policial, doméstica, feminicidios, desapariciones (DAE27).
La doctrina social de la Iglesia Católica enseña que “El ejercicio de la autoridad debe asumir el carácter de servicio, se ha de desarrollar siempre en el ámbito de la ley moral para lograr el bien común: quien ejerce la autoridad política debe hacer converger las energías de todos los ciudadanos hacia ese objetivo, no de forma autoritaria, sino valiéndose de la fuerza moral alimentada por la libertad”.
Teniendo en cuenta lo anterior, ¿qué sueñas sobre la participación política de la Iglesia en la región Mesoamericana (desde México hasta Panamá)? ¿Cómo ser una voz profética en los contextos tan convulsos que nos corresponde vivir?
Sueños Compartidos
Hna. Luz Angélica Arenas
Vargas (Costa Rica).
Que la iglesia pueda tener
una influencia grande. Sueño una política que trabajé realmente por el bien
común de la gente, no por el bien de las empresas, sino una política que
realmente influya en el bienestar de sus ciudadanos, que cree políticas de
cuidado de la casa común que cree políticas verdaderas de bienestar social,
económico para todos y todas.
Sueño que los países tengan
la autoridad política para determinar su propio caminar con su soberanía
propia, que no tengan que ser este obligados por otros países, otros pueblos a
responder a intereses que las grandes empresas determinen.
Sueño una iglesia que luche
junto con los gobiernos de cada país, por el cuidado de nuestra casa común, que
sigamos siendo profetas. Hay mucha profecía en el tema del cuidado de la casa
común y podemos ver tantos muertos, tantos asesinados, más bien a los que les
han quitado la vida por la defensa de la casa; esa es nuestra profecía.
Seguir luchando porque sean
respetados los territorios donde vivimos, donde tejemos nuestra vida. Creo que
estamos pues invitados a eso denunciar todo aquello que va en contra de esta,
de este planeta y de la dignidad humana. Pero también a denunciar y a tejer.
Creo que nuestra profecía hoy también es esto que estamos haciendo aquí como
REMAN, cada capítulo es nuestra profecía, también seguir haciendo redes, somos
países que pueden tener muchas diferencias, pero al mismo tiempo muchas cosas
que nos unen trabajando juntos como iglesia, por la defensa de la casa común.
Pbro. Sarlat
Flores (Secretario Ejecutivo de REMAM):
Mi sueño
político es que los servidores públicos lleguen a entender que ejercer el poder
no es para favorecerse o favorecer a su grupo político sino para servir y tener
en miras el bien común.
Y que, cuando
esto suceda, surjan voces proféticas que, con valentía y parresía, se pueda
denunciar la injustica, la corrupción, que no están haciendo las cosas conforme
a lo prometido el día de su toma de posesión.
Faltan voces más
proféticas, incluso dentro de la Iglesia, que denuncien estructuras de pecado e
injusticia que impiden que los pueblos ricos (porque ricos todos somos, ya que
hemos sobrevivido el saqueo que nos han hecho) podamos vivir más dignamente.
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